Demoniacales

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Demoniacales

El Infierno

La gente del Infierno se divide en tres escalas:

• La escala más alta, está fuera de la tierra. Son etéreos, observan…
• La escala media, son plenipotenciarios delincuentes de guante blanco, entre otros…
• La escala baja, son todos los delincuentes, toxicómanos, psicópatas, enfermos y generalmente obreros. Son los que hacen ruido…

El Infierno en sí, como lugar, es algo parecido a un dado. Cada cara es un lugar con un contenido… Lugar de sexo, lugar de comer, lugar de matar…

Estos seres demoniacales se dedican, en primer lugar, a cambiar a los entes de plano. Anulan sus cuerpos, pueden poseer y también disfrutan haciendo daño, pero su mayor placer es alimentarse del miedo, los pone cachondos el terror. Se alimentan de lo tétrico y macabro… Esta es su labor, alimentarse y así hacer su función en la galaxia, para compensar el universo…

La Reunión

La reunión remunerada en el Hotel Infernal, consistía en una comida y viaje pagado de algún secuaz… ¿Cuál será el pago?
Contenido del Encargo:

“Bajar, de manera inmediata y efectiva, el número de personas, especifico, humanos en el planeta tierra”.

Vaya encargo para las fuerzas del mal. El asunto era prácticamente apoteósico y el aspecto humano de los demonios, era extraño… Banqueros, abogados, curas, jueces y políticos, entre otras escalas jerárquicas plenipotenciarias y con aspecto casi satisfactorio…

— ¿Cuánto pagan por humano? —pregunta uno de los demonios.

— ¿Te has hecho asesor ahora? —le pregunta otro— ¡Cállate hasta que te pregunten! ¡Joder!

— Vaya tela… —piensa.

El Alma Demoniacal

Su pensamiento ahora, no es qué, ni por qué, pero ahora… Iba a llegar a un acuerdo con un viejo Elfo, el más viejo y ahora, no podrán seguir con sus planes…

— Si lo sé, no me compro el coche, para cambiar ahora de cuerpo… —piensa el Alma.

El Kamikaze demoniacal, cambiaba prácticamente de cuerpo en cada misión. Para él, un fastidio, pero la regeneración interestelar la tenían las Elfas. No sé, será algo que se tendrá que plantear de otra manera…

Los Demonios necesitan a los Elfos, sus portales mágicos y sus curas.

— Es un fastidio, otra vez a cambiar toda la dinámica. Esta vida me gustaba… —se quejaba el Alma.

El rango de “Kamikaze Demoniacal” es el grado máximo de un Guerrero de infierno. Cambian con frecuencia de cuerpo humano, pero tienen todas las ventajas dimensionales cuánticas.

El Control Demoniacal

Muchos demonios se enchufan agua bendita para controlar sus impulsos asesinos y su ira, se drogan y beben a mansalva…

Todo esto pasa, porque no se pueden controlar y si reciben una orden, tienen que hacer lo que sea para acatarla. Lo contrario, no compensa…

Nunca mueren, solo cambian de cara y a veces, de energía…

El Control Demoniacal se realiza desde la Segunda Escala y se premia con grandes vergas, magia en la tierra y otras grandes recompensas…

A menudo solicitan pagos, los demonios a los seres extraordinarios, pero a estos últimos no les compensa. En primer lugar, porque no cumplen sus pactos en las maneras. Son demasiados volátiles, subversivos, impredecibles y contradictorios. Todo esto les apasiona y estudian, pero califican cualquier acuerdo establecido con ellos, como algo ineficaz.

El Demonio Calvo

El Demonio Calvo, habla poco y casi nunca en su trabajo. Es guardia Civil, un simple número.

Los cargos de autoridad, sea cual sea, les encantan como cuerpo a los demonios, pero tienen que esperar para ese tipo de recompensa.

Cuando alterna, el Demonio Calvo se presenta como tímido, acomplejado. Vamos, como si fuera una puta mierda… Pero, como siempre, la realidad supera la ficción. Tiene casi la misma categoría que el Demonio Kamikaze, con una sola diferencia… Como se sabe controlar, no cambia de cuerpo. Hay veces que ya no puede más y la monta, pero a los de arriba les interesa, así que, a aguantar…

El Demonio Calvo quiere yacer con una hembra muy especial. No es humana y está muy protegida. Él sabe lo que es o cree saberlo y por eso le interesa. Ha hecho una petición al Líder Demoniacal y eso supone una sumisión muy directa…

El Demonio Servicial

Aquel día, simplemente se estaba tomando una cerveza en un Local Secuaz, cuando llegó una chica y le dijo:

— Hola, ¿cómo te llamas? ¿Quieres follar?

La situación le pareció completamente subrealista, pero le dijo que sí.

— Aquí al lado tengo una habitación —dijo ella.

Tenía pasta y tenía pensado follarse a una prostituta en el Club Sicarial, pero la ocasión lo merecía.

— Es guapa y habla poco. ¡Me la voy a follar! —piensa excitado— pero no voy a hacerla daño. A ver si me da sexo y paz.

El Demonio tomó la opción correcta. Ella le pidió condones y se puso encima de él. Siete horas de sexo, sin hablar una sola palabra. Ella lo decía todo con su cuerpo. Llegó un momento en el que dijo sus primeras palabras, que estaba cansada y que quería dormir, que la despertara en un rato…

A las tres horas, se despertó y el demonio seguía ahí mirándola. Le dio un beso, y se marchó.

El Guardaespaldas Demoniacal

Estaba de pie, inmóvil, justo en frente de las escaleras del segundo piso, abajo. Era muy apuesto y delgado, moreno y bien dotado… Desprendía una energía sobrehumana, fuerte, profunda y envolvente. Casi tanto, que hacía daño su sola presencia.

No solo leía la mente si no que, además, confundía los pensamientos de la gente a su antojo. Su energía sexual era arrolladora, un imán sexual, latente y dispuesto siempre… Un auténtico y excitante “Jefe Demoniacal” ¡Qué atractivo sexual! Con su sola presencia a tres kilómetros a la redonda, supuraban por la vagina sin saber por qué, todas las hembras.

Sus rasgos faciales eran enigmáticos, sus ojos claros y mirada penetrante, En los vaqueros, un gran bulto en la parte genital. Al verlo, todos los seres lo querían chupar. Su semen curaba y regeneraba los cuerpos de casi todos los “entes”.

¡Ahí estaba él, era casi perfecto!

La Orgía Demoniacal

La sala de reuniones demoniacal disponía de dos estancias para reuniones sicariales… Al fondo, una sala de lujo para el Jefe de los Demonios. Tras la puerta de entrada, una gran sala, a la derecha e izquierda, baños.

Una gigantesca mesa con comida de lujo y taburetes alrededor… En los laterales, sillones cómodos. En la esquina derecha, un bar auxiliar y el la izquierda, una despensa llena de drogas.

Llegó una chica pelirroja, con corte de pelo estilo “cleopatra”. Ojos y uñas negras y labios rojos. Fumaba… Entró en el salón sin llamar y se dirigió a la sala del Jefe de los Demonios. La puerta se abrió sola, el Jefe estaba sentado, mirándola. Se desnudó y se sentó encima de él, restregando su culo sobre su polla al ritmo de la música.

— ¡Poner música Heavy y venid aquí! —dice el Jefe de los Demonios a sus sicarios— ¡Haceros unas pajas a su salud! Quiero que la duchéis en semen…

Quince Sicarios en círculo. En el centro, la pelirroja desnuda, tendida en el suelo masturbándose… El jefe de los Demonios observa cómo lame el semen de cada corrida. Cuando todos se corran… él se la follará.

[…] Continúa en… «El Jefe Demoniacal» […] 

Autora: "Lilith" - Adaptación de: 1331Ocho

Imágenes:

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