El Hambre de La Mutante

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El Hambre de la Mutante

La Mutante tiene ciertas necesidades y tiene que saciarlas… Le están saliendo canas y arrugas y eso la molesta. Los humanos no la satisfacen, le duran poco y no le apetece enterrar cadáveres. No controla su furia y, ya le ha pasado varias veces, matar a hombres durante el coito…

Necesita “Semen de Demonio”; eso sí que la satisface, pero es arriesgado. Mirará los eventos en la zona, ¡a ver dónde se va de caza! Hay una fiesta “Rave” en un local abandonado. ¡Ideal de la muerte…! Según la información que consigue, empieza esa misma noche sobre las 00.00.

— Eso sí que son fiestas divertidas —piensa— allí seguro habrá más de un “Demonio”. ¡Me pondré súper provocativa, de negro y todo muy corto, mi peluca roja… o quizás la verde, que tiene más gancho, no sé…!

Se prepara un baño caliente y mientras lo toma, se masturba pensando en la fiesta.

— ¡Qué gozada! —imagina mientras se corre una y otra vez.

Utilizará un “Perfume-Ungüento” por todo su cuerpazo con el que todos y todas se rendirán ante su presencia y por fin, a las 00:15 pide un taxi, le gusta llegar tarde. Todas las presas ya están dentro, pero eso no es problema, a “Ella” siempre le abren todas las puertas.

Al llegar a la zona de la fiesta, el taxista le abre le puerta y casi se le olvida cobrarla, su perfume es embriagador y no puede dejar de mirarla babeando ante tal hembra… si el viaje hubiera tardado un poco más, habría eyaculado en su asiento sin darse cuenta. Ahora tendrá que ir a un sitio apartado hacerse una paja porque es incómodo conducir con “eso” tan hinchado.

Hay un grupo de jóvenes en la puerta fumando marihuana, la silban y ella se acerca…

— Buenas noches —saluda— soy nueva aquí. ¿Qué fumáis?

— CBD —contesta uno de los jóvenes— ¿Quieres fumar?

— Sí, por favor —contesta ella.

— Toma, pero fuma despacio, o toserás… —le dice otro sarcásticamente.

— Gracia guapo, ¿Dónde se consigue bebida por aquí? —vuelve a preguntar tras dar una profunda calada echándole el humo a la cara.

— Dentro —le contesta el joven con los ojos llorosos por el humo— Le hemos tirado cerveza al Dj y nos han echado.

— ¡Vaya…! Pues menos mal que tenéis para fumar. ¡Qué rico está esto! —exclama.

— Es medicinal —contesta el joven— Se la robé a mi madre, tiene esclerosis múltiple.

— Bueno… os dejo que voy bailar un ratito —se despide la Mutante.

— ¡Adiós! —contestan todos al mismo tiempo.

La Mutante llama a la puerta, se abre una mirilla y al rato, un calvo abre la puerta.

— Hola Bombón —dice el portero, pero ella apenas le escucha con la música tan alta.

Entra bailando mientras calcula que habrá cerca de 300 personas en el local y como mínimo dos o tres Demonios y Gárgolas. Huele un abanico de testosteronas junto con drogas y alcohol…

— Hoy será una gran noche… —piensa mientras avanza buscando un “Olor Demoníaco” que ha localizado como un perro de presa hasta que le encuentra, entonces se acerca y restriega todo su cuerpo con el cuerpo de él, bailando sensualmente y frotando su culo sobre el pene del Demonio, que en un instante crece de manera descomunal, tal y como a ella le gusta…

Él la mira con ojos de lascivia y sin decir una palabra, se baja los pantalones en medio de la pista, la da la vuelta agarrando sus pechos con fuerza, le levanta la minifalda y la penetra con su gran polla en medio de toda la gente… Ahí todo da igual y tras un rato, los dos están a punto de correrse, pero ella le pide que espere un poco y que no termine dentro de su coño, lo quiere en su boca (es su alimento). Se da la vuelta y se pone de rodillas a la altura de su miembro y entonces… ¡Estalla el semen dentro de su boca!, saliendo por la comisura de sus labios al tiempo que una Gárgola empieza a tocarla suavemente los pechos por detrás hasta llegar a sus húmedos genitales.

Empieza a masturbarla el clítoris y ella se corre en sus manos, chorreando todo el suelo de fluidos que aprovecha la Gárgola para saciarse mientras vuelve a correrse otra vez. Al terminar… ni una sola palabra. Se dirige a una pequeña barra, pide agua y se marcha a su casa, con sus gatos.

— Ha sido una gran noche …y reconfortante —se dice así misma.

Llama a un taxi, que la recoge en una especie de explanada. El conductor babea al verla, ella está chorreando “Semen”. Sentada en el asiento de atrás, se toca por todo el cuerpo y chupa los restos que han quedado impregnados por toda su piel, bajo la atenta mirada del taxista que está con la boca abierta sin poder creer lo que está viendo. Al poco rato llega a su domicilio. Ahora vive a las afueras, entra en su casa y se acuesta exhausta, pensando en el Demonio con el que tuvo sexo y del cual se ha alimentado y preguntándose quién era esa Gárgola. Ni siquiera la vio la cara, pero esas manos le hicieron un gran trabajo mientras ella tragaba el líquido pastoso de la Gran Polla del Demonio.

Lo dicho, más vale una “Buena Noche”, que mil “Nochebuenas” —piensa mientras se duerme con una sonrisa en los labios superiores y otra más grande aún… en los inferiores.

[…] Continúa en… «El Encargo» […] 

Autora: "Lilith" - Adaptación de: 1331Ocho

Imágenes:

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