El Umbral-III
Llamando a Chamán Milenario…
— ¿Qué quieres… ser oscuro?
— Mi marido, el Señor de los Innumerables, ¿Ha estado hablando contigo? —contesta.
— Si, varias veces… Sufre mucho, se ha convertido en el “Puro Mal” —le explica el Chamán.
— Cúrale, te daré lo que me pidas, ¡te lo imploro! —súplica SMSM.
— No puedo, aunque quisiera —le dice el Chamán con la voz cortada— Las curas y las resurrecciónes están supeditadas al mismo ser. Si el “ser” no quiere… es imposible.
— Gracias Chamán, lo que pueda hacer por ti… solo tienes que pedirlo.
— ¿Sigue en pie nuestro acuerdo? —pregunta el Chamán.
— Sí.
— Bien… ¡Cuídese!
— Ídem.
Suena la canción “No dudaría…” del hijo de Lola Flores.
— ¡Gárgola! Llama a unos masajistas, estoy estresada. ¡Pago yo!
— Santa, —comenta Gárgola— me pagaste un máster de historia del planeta tierra. Saqué la nota más alta y por cierto… ni me ha preguntado. Solo me dijiste que si aprobaba, me pagabas de tu cuenta, tres días de vacaciones junto al Oráculo y así hice. No ves las transferencias bancarias…
— Perdona Gárgola —le interrumpe SMSM— es que no consigo concentrarme en lo que me dices, ¡madre mía qué empalme!
— Hay muchas Almas en Pena —contesta SMSM— mira tú, hiciste el máster, te doy total libertad y te gustan los fenómenos paranormales, aunque digas que no, son peligrosos… Bueno, ahora déjame que voy a centrarme en los masajes…
[…] Continúa en… «El Umbral-IV» […]