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La Bióloga Asesina

Al terminar sus estudios de biología, no tenía dinero para ejercer. Decidió casarse con alguien que tuviera dinero y poder. Así lo pensó y así lo hizo. Se casó con un político corrupto y le dio tres hijos.

Estaba frustrada, con los estudios que tenía y ahora era eso que nunca quiso ser, una maruja. Su marido le decía…

— ¿Para qué vas a trabajar? Tenemos dinero de sobra, mejor te quedas en casa.

La frustración, la llevó a odiar a su marido y a todo el que la rodeaba. Le pidió un laboratorio, que construyó en el sótano de la casa y al que solo ella tenía acceso, por los tóxicos peligrosos que podía haber dentro.

Empezó a sintetizar “Cicuta”, era lo que más demandaba la gente del pueblo, aunque también le pedían otra serie de encargos para quitarse a familiares de en medio.

Los pactos serios, los hacía en el cementerio, sin móviles y en secreto. Así obtenía ella su “Dinero Negro”.

— Lo mejor es darle dosis asesinas altas de “Cicuta” —decía a una de sus clientas— Es muy mayor y morirá durmiendo. El estramonio, no te lo recomiendo. Es muy escandaloso y pueden hacer pruebas y saber lo que pasó.

— Prefiero que sea rápido —respondía la clienta— Te pago y yo cobro el seguro.

— Claro —volvía a decir la Bióloga— Es mejor, lento y seguro. Lo rápido suele ser peligroso. Cobro la mitad por adelantado, te lo advierto.

— Lo tendrás, te haré caso —le dice la clienta riendo— Tú sabes más de estos temas.

Tras la reunión secreta, la Bióloga Asesina baja a su laboratorio, para sintetizar una dosis más potente de “Cicuta” y así, abreviar los efectos secundarios y de ese modo… Llevar a la víctima a “La Muerte Dulce”.

Lleva tiempo pensando, que un amigo veterinario, quizás le puede hacer el favor de suministrarle algunos venenos… Sería dinero fácil y rápido. Está pensando en un veneno mortal de necesidad, por vía intradérmica, que solo con el roce… La persona muera. O quizás algo peor para sus enemigos. Que expulsen sangre por todos los orificios, reventando los órganos internos y que mueran con un gran suplicio.

¡Cuánta maldad engendra la Bióloga Asesina! Va a fabricar un “Arma Biológica”.