La Sala Suprema
La Sala Suprema de los “Seres Supremos” es grandiosa, una gigantesca aurora boreal que comunica todos los mundos. Se oyen voces:
— No podemos dirigirnos a ellos si no nos llaman y aunque nos llamen, no podemos intervenir. Cada vez que nos invocan es para castigar pero esta vez si actuamos vamos a descompensar el universo —hablaban entre ellos los Seres Supremos.
Mientras tanto, después de un merecido descanso, la Jefa del Gremio y Lucifer yacían en la cama uno frente al otro con miradas llenas de lascivia, devorándose con las pupilas mientras hablaban…
— ¿Con quién ha hablado del asunto? — preguntó Lucifer.
— Con Manitú — contesto rápidamente la Jefa.
— No podemos dirigirnos a la Sala Suprema —siguió Lucifer— es muy peligroso. He hablado muchas veces con los elfos, soy el encargado de
— Gracias por la información —le cortó ella—, si necesito algo, ya te lo diré… te recompensaré como tú sabes aunque es posible que lo mejor sea hablar con un “Genio”.
— Gracias Aurora —dijeron los dos.
— Desayuna con nosotros —interpeló la Jefa— Soy de clase “A” y me lo puedo permitir. Por cierto, ¿cómo quieres que te pague?, te llamé por otra vía.
— Eso ya lo hablaremos —le contesta Aurora—, ahora me gustaría mandar un mensaje a Su Majestad, “La Santa Muerte”. Pero si quieres… luego podemos copular un rato y ajustamos las cuentas, que sepas que puedo transformarme en cualquier ser.
— Para enviar un mensaje a “Su Majestad” tengo que activar un nuevo protocolo y te recuerdo que te llame por la vía 2 y sí… quiero que copulemos, pero los tres juntos. Tú, yo y Lucifer, eso sí con el aspecto y atributos que tienes ahora
— Por mí, perfecto, pero quiero que “Baco” me ayude a anular a un enemigo.
— Baco es el más caro, tengo que contratarte tres días, ¿estás de acuerdo? —volvió a preguntar.
— Sí, lo estoy —contestó Aurora.
— ¿Y tú Lucifer… tienes algún inconveniente?, noto pesar en ti, ¿Es que no te gustaron nuestro jueguecitos sexuales?
— Pues entonces… todos de acuerdo, pero si os parece bien, antes del sexo desenfrenado necesito que me ayudéis a localizar a un “Genio” que tenga deseos disponibles. Después de correrme tantas veces, estoy dispuesto a correr con todos los gastos de cualquier prestación y cuando queráis o reembolso.
— Yo conozco uno —dijo Aurora— pero ahora está castigado dentro de un “ciclo eterno”, cuanto más le castigan, más deseos acumula.
— Lo que creo que voy a hacer es contactar con el centro médico infernal, voy a pedir la baja laboral —dijo entre risas la Jefa.
— ¿Y por qué? — respondió riendo también Lucifer—, si tienes tanto dinero… cógete una exención.
— ¡No!, si me cojo una exención, pierdo el acceso de los protocolos. Ya no sé qué hacer…
[…] Continúa en… «Los Genios» […]