La Vecina

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La Vecina

Al amanecer, sale a pasear, pone otra vez el pendrive en el banco de los violadores y vuelve a casa. Al llegar, se topa otra vez con la vecina…

— Hola —dice ella.

— Hola, ¿estás bien? —pregunta el Mutante al verla con unas grandes ojeras.

— No duermo bien últimamente. Tengo muchas pesadillas —contesta ella.

— Tomemos un café y hablamos, ¿te parece bien?

— Está bien, ¿esta tarde? —pregunta.

— ¡Perfecto!, te recojo a las 17:00.

— Vale, me vendrá bien tomar el aire.

— ¡Pues claro! —exclama el mutante— Después de todo lo que has sufrido, lo mejor es relacionarse. Luego nos vemos.

Entra en su buhardilla, ilusionado y excitado. Se siente muy atraído por la vecina, pero aún no sabe por qué. Decide no echarse su “Perfume de otros Mundos”. Será un vulgar hombre.

A las 16:30 está muy nervioso…

— ¡Qué lento pasa el tiempo! —piensa.

A las cinco en punto, está nervioso en la puerta de la vecina y llama al timbre. La vecina abre…

— Hola —dice la vecina.

— ¡Qué guapa estás! —dice él nervioso.

— Gracias. Conozco un sitio que seguro que te gusta.

— Seguro que sí —vuelve a decir él entrecortado.

El Mutante conduce, siguiendo las indicaciones de la vecina hasta llegar a un Café Bar llenos de gatos para adoptar.

— Me has sorprendido —dice el mutante— ¡Qué paz y qué calma hay aquí!

— Me estoy planteando adoptar un par de gatos, uno estaría muy solo.

— Me parece muy bien —le anima él— pero cuéntame, aunque lleves maquillaje, veo tus ojeras…

— Es que no sé como empezar —se excusa ella— vas a pensar que estoy loca.

— Inténtalo —dice él— no tienes nada que perder y yo… soy todo oídos.

— Desde hace años, tengo cierto tipo de pesadillas premonitorias. Y lo peor de todo es que las he podido verificar. Últimamente, sueño mucho contigo. Sueño que estás haciendo ciertas cosas y que eres muy peculiar…

La vecina, le mira fijamente a los ojos con mirada triste, cosa que hace que él se ponga más nervioso de lo que ya estaba y se queda sin palabras.

— ¿Son realmente pesadillas o es verdad? —pregunta ella.

— Lo estoy haciendo por ti —se sincera él.

— Lo sé —asiente ella— y te lo agradezco, pero… anoche tuve una pesadilla horrible. Soñé que uno de los agresores entraba en mi casa para matarme.

— Si quieres, me quedo en tu casa esta noche, ¿quieres? —dice el mutante.

— Iba a pedírtelo yo —le responde ella— No descanso. Tengo mucho miedo.

Los dos se beben el café, acariciando gatitos y se marchan paseando tranquilamente hacia el coche.

— Debo hacer algo antes de quedarme en tu casa —dice mientras conduce.

— Bien —contesta ella— Te esperaré, no tardes, por favor.

Deja a la vecina en su casa y se marcha con el coche a la casa del “violador desaparecido”. Abre el gas y cierra todas las ventanas para que cuando entren, como seguro que lo harán fumando… Todo estallará. Luego se pasa por el parque y recoge el pendrive.

Mientras tanto, en el tiempo que ha estado fuera, entró uno de los violadores en la casa de la vecina. Ella cogió unas tijeras y se las clavó en la yugular, matándolo en el acto. Ahora hay un cadáver en el salón y está todo lleno de sangre… Al llegar, se encuentra la puerta abierta y a ella llorando desconsoladamente pero increíblemente, nadie más se ha enterado de lo sucedido allí.

— No te preocupes por nada —intenta tranquilizarla— este hijo de puta ya no violará a nadie más. Yo lo arreglaré, tranquila.
Coge la alfombra del salón y tras envolver la cabeza con una bolsa grande, lo enrolla en la alfombra.

— De madrugada lo sacaré, tranquila —dice cogiéndola de las manos— ¿Me pones otro café? Me da la sensación de que va a ser una noche muy larga.

Se sientan en el sillón y en un momento dado el Mutante le pide que si puede poner la televisión porque quiere ver las noticias…
— Claro —dice ella— estás en tu casa. Además, así vemos cómo se acaban de quemar vivos el resto de mis violadores.

El Mutante se queda perplejo…

— Pero… ¿Cómo lo sabes? —pregunta— si yo no te he dicho nada.

— Ya te he dicho antes que tengo premoniciones, pero creo que no me has creído. Todo lo que ha pasado hoy, lo soñé anoche —le explica asustada— me estoy volviendo loca, veo todo lo que va a pasar. Anda y pon la tele, las noticias van a empezar. Lo van a decir.

Él enciende la televisión, justo en el momento en el que las noticias empiezan y tal y como la vecina ha dicho… la primera noticia es el suceso de una explosión…

— ¡Última Hora! —suena la voz del presentador— Ha estallado una vivienda en una de las zonas más conflictivas de la ciudad, la explosión parece que ha sido debida a una fuga de gas. Se desconoce por ahora el número de víctimas…

El mutante se queda mirando a la vecina y sin decir palabra, la besa.

— Tú también me gustas —dice ella— que sé que llevas días intentando decírmelo. Quizás contigo me vaya mejor en la vida. Los dos somo seres extraños y estamos solos. Tú no eres como los demás y yo tampoco.

— No sé qué decirte —dice él entrecortado— Y mira que mi vida es rara, si te dijera lo que soy, no me creerías, pero es que no sé explicar lo que me pasa contigo.

— No te preocupes —incide ella— si mis sueños son reales, ya sé lo que eres. No tienes que darme ninguna explicación y sí… yo también quiero. Solo tengo una duda, pero ya te lo preguntaré más tarde y aclararemos una cosa.

— También quieres… ¿Qué? —pregunta asombrado.

La vecina se acerca al mutante y le besa en la boca…

— Pues eso… que yo también quiero lo que tú llevas queriendo desde que me conociste —contesta volviendo a besarle— ¡Vamos a mi habitación, ese no se moverá más!

Al entrar al dormitorio, se desnudan rápido y empiezan a follar como locos. Ella se tumba en la cama con las piernas totalmente abiertas y él, va directamente a saborear su húmedo coño que no deja de chorrear fluidos.

— Sube y penétrame —dice ella muy excitada— deja eso para luego.

El Mutante empieza a penetrarla. Primero lentamente, pero la excitación hace que los dos se empiecen a mover enloquecidamente y se funden en un intenso orgasmo… Él está un poco confundido, por un lado, quiere protegerla y cuidarla, por otro lado, quiere follarla con fuerza y lascivia. No sabe bien lo que le pasa…

— ¡Ahora ya lo sé! —dice ella casi sin poder respirar.

— ¿Qué sabes? —pregunta él.

— ¡Eres una mujer! —exclama— Ningún hombre conoce tan bien el cuerpo de una mujer. ¡Lo sabía!

— ¿Y eso te supone algún problema? —pregunta.

— Ninguno, todo lo contrario ¡Eres como un “Ser Supremo”! ¡La mente de una mujer, y la polla de un semental!

— Tenemos que hablar tú y yo muy seriamente —dice el mutante— mi trabajo y mi vida no es normal. Yo no soy normal… Tengo que explicarte…

— No tienes nada que explicar… Ya lo sé todo y quiero que así siga siendo…

Se funden en un abrazo eterno y los dos se quedan dormidos hasta las cinco de la madrugada, hora que ha puesto él la alarma….

— Voy a tirar la basura —dice el mutante sonriendo.

— ¿Te ayudo? —pregunta ella.

— No, descansa, que cuando vuelva vamos a seguir con los juegos manuales —dice guiñándole un ojo— Hacemos un buen equipo. Nunca lo habría creído, con lo nervioso que estaba. Perdón… con lo nerviosa que estaba…

Mete el cadáver del violador y se dirige al basurero, donde lo arroja entre toda la basura. Después vuelve a la casa de la vecina para seguir follando hasta el amanecer…

— Al final… ha sido un gran día —piensa— Ahora resulta que soy una lesbiana con polla. ¡Me gusta!

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Autora: "Lilith" - Adaptación de: 1331Ocho

Imágenes:

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