Las Citas - Parte 2 - Lilith

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Las Citas – Parte 2

De madrugada, sin hacer ruido, sale del domicilio en busca del pendrive grabador. Vuelve a casa y analiza las conversaciones detenidamente para asediar a su siguiente víctima. Se siente recargado tras su quedada de Tinder. Tiene una cola de mujeres esperándole, pero esta vez buscará algo totalmente diferente a la pelirroja y elige a una rubia.

— Hola, ¿Qué te gusta? —le pregunta.

— Me gusta la seducción, los preliminares, una rica cena con buena conversación y el placer —contesta ella.

— ¿Cenamos esta noche? —pregunta, satisfecho por la respuesta.

— Sí, ¿sobre las 21:00 te viene bien?

— Claro —contesta él— dime donde.

— En cualquier restaurante me vale —contesta ella.

— Bien, haré una reserva y te indico dónde.

— Chao, guapo.

La vida le va bien al Mutante como hombre, se ha adaptado rápido a su nuevo cuerpo. Coge el coche e investiga la zona por donde vive su siguiente víctima, otro de los violadores. Debe cavar otra tumba por la zona, lejos del bullicio de los parques y de los perros, que no desentierren el cadáver. Ha localizado ya una zona adecuada y comienza a cavar… y cuando termina, vuelve a su casa.

Está cansado y se encuentra con la vecina…

— Hola, ¿Cómo te encuentras? —le pregunta cortésmente.

— Un poco mejor —contesta ella.

— ¿Te gustaría que tomáramos un café algún día? —se atreve a preguntar.

— Quizás algún día —contesta ella— De momento, prefiero estar sola.

— Entiendo… —dice él mientras piensa en lo guapa que es— Quizás en otro momento…

— Si, en otro momento —dice la vecina— Adiós.

El Mutante entra en su casa, un poco decepcionado, va a seguir su instinto, pero no sabe cómo, quizás el tiempo…, le atrae mucho, se masturba con frecuencia, pensando en ella…

Tras ducharse, coge la tarjeta de crédito y se va de compras. Algo informal y cómodo para su “Cita” de la noche y su “Súper Perfume del Otro Mundo”. Será irresistible, tiene sed de sexo y de muerte… y esta noche, lo saciará todo…

Reserva una habitación en un hotel de lujo y una cena Gourmet, quiere impresionar a su Cita. Informa del sitio a la rubia y confirma la hora.

— ¿Quieres que te recoja en algún sitio? —le pregunta.

— Si, ¡Que detalle! —contesta ella.

— He reservado una habitación en el Hotel para después de la cena —le explica.

— ¡Perfecto! —contesta la rubia— Hasta la noche.

A las 21:00 horas, están cenando tranquilamente en el restaurante…

— ¡Qué bien hueles! —dice ella— ¿Qué tal has tenido el día?

— Un poco liado —contesta él— mucho trabajo, pero hablemos de ti…

— Este restaurante me encanta, qué rico está todo. ¡Qué ganas tengo de ver la habitación que has reservado!

— Me alegra complacerte —responde él— Yo también tengo ganas.

Tras la cena, se dirigen a la habitación y en el ascensor, él se acerca a ella y le susurra al oído…

— Me gustaría chuparte los genitales…

— ¿Los genitales? —pregunta.

— El coño, ¿Cómo lo llevas? —vuelve a preguntar.

— ¡Ah¡, es que eres muy fino hablando. Depilado, y ahora mismo… chorreando —dice ella entre risas.

— Muy bien, como a mí me gusta.

Al entrar a la habitación, ella empieza a desnudarse lentamente, mientras él observa su bello cuerpo. Se recuesta en la cama, abre las piernas y él empieza a saborear su vagina.

— ¡Me gusta lo que me haces! —dice ella excitada.

Al poco rato, se corre y el Mutante traga todos los sus líquidos. Acto seguido, la penetra suavemente durante varios minutos.

La rubia se vuelve a correr, es multiorgásmica y quiere más. Se coloca en posición de perro y le pide que la siga follando. Él se corre dentro, pero sigue muy empalmado y sigue follándola mientras ella se sigue corriendo una y otra vez y tras varias posturas y un buen rato de pasión, líquidos seminales y fluidos vaginales… paran para descansar y sin darse cuenta, los dos se quedan dormidos.

Al amanecer, antes de desayunar vuelven a follar, esta vez es ella la que se pone encima y empieza a moverse suavemente. Poco a poco va más rápido. Él la chupa sus generosos pechos mientras la rubia vuelve a correrse una vez más, chorreando todo su cuerpo de fluidos que el mutante aprovecha para alimentarse.

— Una pena que solo sea una humana —piensa mientras se sacia— esta mujer sería un chollo si fuera un demonio.

Tras el desayuno, se despiden como si fueran una pareja.

— Adiós cariño —dice ella— estoy deseando volver a verte.

— ¡Cuánto formalismo! —piensa él al llevarla a su casa— esto es agotador.

El mutante vuelve a su casa con sus gatos y espera el momento adecuado para ir a buscar a su presa… A las dos de la mañana, se dirige al domicilio del segundo de los violadores. Coge la llave que está debajo de maceta, es la llave “de los amigos”, tal y como ha escuchado en las grabaciones, cuando están en problemas… Sin hacer ruido, entra en el dormitorio y le droga. Fuera tiene el coche, otro trapo sucio al maletero.

Al poco rato, ya lo tiene allí donde cavó el agujero.

— ¿Quién eres? —dice aterrado el violador sin poder moverse.

— Soy tu amor… —contesta él al oído.

— ¿Qué me vas a hacer? —vuelve a preguntar.

— Te voy a dar amor… —le vuelve a contestar— Anda, no seas malo y date la vuelta.

— ¡Qué te den por el culo! ¡Cabrón, te voy a matar!

— No seas mal educado… —le dice mientras le baja los pantalones.

— ¿Qué haces? —pregunta el violador una y otra vez.

De repente, nota como le entra por el culo algo muy grande y frío.

— No grites, que esto solo acaba de empezar, tranquilo que hay sorpresa —dice el Mutante ante los intentos de gritos del violador— no te esfuerces, nadie te puede oír.

— ¡Sácame eso del culo, Cabrón! —le dice el violador casi sin fuerzas.

— Tranquilo, en breve todo habrá terminado —dice el Mutante en el mismo momento que se dispara el dispositivo de presión del “falo”, abriéndose hasta hacer estallar el culo de violador en mil pedazos.