Las Hadas
Los pequeños Seres Cósmicos, regalaron hace millones de siglos el “Oráculos” a los Elfos. Son sus “Aliados Cósmicos”.
En la Tierra, “Las Hadas” se permutan en mariposas… Algunos sabios trascendidos, conocen este secreto y algunas escrituras milenarias hablan de “Seres Pequeños”.
“Una simple y pequeña mariposa, merece exactamente el mismo trato que el hombre más poderoso”
Las Hadas se comunican mediante la “Magia”, cuando anochece se fusionan con las luciérnagas, los pequeños seres mitológicos… Viven en los árboles y en las plantas, duermen en lagos, ríos y entre las rocas… Pocos seres las divisan… El musgo es su lugar preferido de reposo y sienten molestias por cualquier ser que las importune y siempre llaman a sus congéneres, los insectos, para ahuyentar al ser que pueda impedir su reposo.
Las Hadas son cómplices de los “Espíritus”. Cuando un espíritu no atraviesa el Umbral de los vivos y los muertos por un “Gran Amor Puro”, las hadas le vigilan y ayudan, para que el humano al que han dejado atrás no sufra. Son “Inmortales” e “Invisibles”. Un auténtico “Fenómeno Paranormal”:
Cuando un vaso se cae, y por suerte no se rompe…
Cuando encuentras algo que creías perdido…
Cuando, de repente se apaga y se enciende la luz…
Cuando el “Espíritu” se acerca al humano en Plano Astral de forma directa, de repente hace un frío muy intenso que puede erizar todos los pelos del cuerpo del ser humano. Entonces, el Hada le comunica al Espíritu que debe alejarse o podría llegar a enfermar al ser humano, su cuerpo físico. Los Espíritus son seres libres en el Plano Astral cuando no atraviesan el Portal…
Las Hadas son unas “Cachondas”, en todos los sentidos. Sus orgasmos son “Telequinéticos” y son parientes de los Elfos por línea consanguínea…
No les gustan las injusticias y dejan mensajes. No solo subliminales, también secretos, por todos los sitios del planeta Tierra…
“Cuando el Vigilante no guarda,
Cuando el defensor ataca…
Los Muertos se levantan”
A las Hadas les gustan los “Polvos Mágicos”, cuando algunos seres humanos pasan por sus sitios preferidos, los soplan sobre ellos y el humano huele “Algo Especial… una flor que no encuentra, el agua…” Espían constantemente a los humanos y cuando llevan mucho tiempo vigilando a una persona, a veces, le cogen cariño y le hacen regalos. Aparecen plumas y otros objetos naturales de la “nada”. El humano no suele captarlo y normalmente se deshace del regalo.
Son unas pequeñas bribonas, les gusta chinchar y reírse. Se ríen casi de forma continua.
Se alimentan de néctar, como las abejas, pero del néctar de varios mundos, como el de sus “primos” los Elfos. Su miel es la mejor de todos los mundos, la más curativa. La “Miel Élfica”.
[…] Continúa en… «La Mutante» […]