Los cementerios que rodean La Villa Maldita y más lejos aún, todos y todas, los que no se han marchado, conversan. Bueno… más bien, discutirán eternamente. Hay muchas muertes por Cicuta; demasiados Las herencias y las cuentas corrientes, junto con los seguros de vida. ¡Pobres abuelos! Criando a sus hijos para que los lleven a la tumba…
Los espíritus están iracundos, pronto se revelarán. Están esperando la llamada…
El Señor de los Muertos está vigilante y atento, sabe que algo pasará pronto, pero no puede fiarse, ni de los suyos, ¡Qué Cruz!
Conversaciones de Espíritus
— Mi hijo no se esperó a ni que le hizo el cocido —comenta un espíritu— Me quité de todo para dárselo a él…
— Eso te pasa por mimarle tanto —responde otro.
— ¿Cuándo lo vamos a hacer? —pregunta un tercero— Hay que tener cuidado con los y las Medium, queremos que sea apoteósico.
— Bueno… —vuelve a decir— No les va a pasar nada a los que nos ayudan, o sí, ¡qué más da! Que se vengan aquí y así somos más.
— ¿Y si fracasamos? —vuelve a preguntar el primero insistentemente— Perderemos la ayuda en la tierra.
— ¡No seas Mal Fario! —le grita el segundo— Total, si estamos muertos y muertas. Liberados y liberados por SMSM ¿Qué nos puede pasar?
— Pues tienes razón —dicen los otros dos mientras se ríen.
— Y la final… ¿Qué pasó con el aparato para los tóxicos, el espectrómetro de masas y cronógrafo de gases, o al revés…? —pregunta un espíritu.
— Pues que no nos van a hacer la autopsia. Somos viejos y parece ser que morimos plácidamente —contesta otro.
— Sí, todos iguales de plácidos, con la boca abierta —frase un tercero.
— A ver, te explico —interrumpe un cuarto espíritu— Lo de la Gata Montesa es una tomadura de pelo y esos aparatos los hay en todos los hospitales.
— ¿a qué fueron entonces? —pregunta el primero.
— Imagino que a hablar con Michael Jackson y ¡yo qué sé…! —le contesta otro.
— Pues… Aquí está “Lola Flores” con “Gorbachov” y se han montado una buena fiesta en pleno Umbral. Con pescaíto frito y jamón —dice el segundo.
— Yo no me acerco por allí —interrumpe un quinto espíritu que fue violada— Lo que me hicieron, no lo dejo estar hasta que los vean por aquí a esos desgraciados. ¡No me marches!
— Sí — contestan todos al unísono.
— Los que no querían venganza y perdonaron, se fueron —dice el mismo.
— y eso de los “fenómenos Paranormales… ¿Cómo va? —pregunta otro.
— Pues, valla… —asienten todos.
— Vámonos a la fiesta con Lola Flores. Dicen que hay un cartel dorado en la entrada —anima uno.
— Yo no me acerco, que no quiero marcharme aún —vuelve a recordar el espíritu violada— Ahí te motivan para cruzar. ¡Ni por asomo…!
— ¿Y qué pone el cartel?, ¿Lo has visto? —pregunta intrigado uno.
— Pone…
[…] Continúa en… «Cementerios Aunados» […]