La Mujer del Pelirrojo
El matrimonio iba mal, problemas de confianza. Ella decidió salir sola, no era la primera vez… Iba a un antro de corrupción, alcohol y drogas. El gerente, un violador de la Villa Maldita, y no es el único, hay una gran colección.
Ella creía, que el alcohol y las drogas, calmarían su ansiedad y su pena. Quizás en otro sitio, por unas horas así sería, pero no en La villa Maldita.
Camiseta blanca deportiva, sin mangas, marcando pecho. Falda pantalón, azul marino, elegante, pero corto…
Y bailaba y se rozaba. Y bebía y se divertía. En ese momento era feliz, nada importaba…
— A la siguiente copa… ¡Invito yo! —dijo el monstruo de la barra.
Ella bebió un trago y de repente, ya no coordinó.
Antes de caerse, alguien la sujetó. La tendieron en dos mesas y la desnudaron.
Ella oía y sentía, pero no se movía…
Empezaron a penetrarla por todos los sitios. Eran dos, hasta que uno… ¡La estranguló!
— ¡Eres un hijo de puta! ¡La has matado! —Le gritó el monstruo violador.
Alguien bajó al bajo del antro… era la mujer del monstruo violador y su encubridora…
— ¡Llevaos esto de aquí, ahora mismo! —gritaba— ¡Aquí no quiero muertas!
Ella se acercó y toco su brazo…
— ¡Qué suave está! —dijo con voz tenebrosa— No nos queda casi carne en la tienda…
La cogieron entre los dos violadores asesinos y la metieron en un arcón de un almacén cercano. Aquel día, ya no respiró…
En diversas ocasiones, la sacaron del arcón, ya estaba muerta y aún así… La violaron una y otra vez… Hasta que uno de esos días en los que no había gente en el local… sacaron el cadáver para trocearlo…
La Exnovia del Psicópata
A ella le daba miedo, por eso le dejó. Él seguía insistiendo, obsesionado. Ella pidió una orden de alejamiento…
Guapa, delgada, callada y educada. La mujer de sus sueños, de sus futuros y futuras hijas. Obsesionado, seguía insistiendo…
El padre del psicópata, sabía que aquello, para él y para su hijo, no era bueno y llamó a la chica para solucionar el asunto.
Quedó con ella a solas, sin su hijo, a comer en un restaurante de lujo, pagó con dinero en efectivo…
La llevó en su coche de diseño plateado. Se puso guapo y usó su mejor perfume. Mientras comían, la calmó…
— No volverá a molestarte —le decía— solo tienes que quitar las denuncias y la orden de alejamiento. Toma este dinero, por las molestias.
— No quiero su dinero —decía ella— solo quiero tranquilidad.
— Quedatelo —insistía él— Por las molestias —y le metió el fajo en el bolso.
— ¡Una botella de agua, por favor! —pide a un camarero.
Cuando le traen la botella, la coge y le dice a la chica que le excuse, que va al servicio un momento y una vez allí, inyecta una sustancia en la botella cerrada, con una aguja. Él sabe que su hijo no va a ceder, lo conoce bien. Mientras sale del baño, piensa en poner el aire acondicionado bien fuerte y así se le resecará la garganta a la chica y beberá, seguro.
Y así fue… Ella bebió y no podía moverse. Veía, olía y sentía, pero no podía moverse. Entonces, el padre paró en una especie de descampado, había una piedra grande y amarillenta. Detrás de la piedra, la violó y la estranguló. Cogió el dinero del bolso y lo tiró. Metió el cadáver de la chica en el maletero de otro coche que le estaba esperando. No iba a meter cadáveres en su maletero de lujo, claro.
Quedaron de madrugada, ya tenía el hueco hecho, para enterrar el cadáver. Dijo a la familia, que estaba de obras, un fallo en las tuberías de la antigua discoteca…
El que guardaba el cadáver, robó del cuerpo, pendientes, pulsera y anillo de plata, regalo de su exnovio… El padre psicópata la enterró y alicató el local. Pagó a su cómplice y todos contentos…
— ¡Qué más dan las denuncias y la orden de alejamiento! —se decía a sí mismo— nunca se presentará. ¡Soy un genio!
La Jueza de Instrucción
Ahora, una jueza joven, de tradición jurídica, vigilada por una poderosa bruja que la quería, ya no respira, lleva casos de la Villa Maldita… Es de esas personas, llamadas enchufadas. Altos cargos de su familia, están en posiciones altas jurídicas…
La chica, es promiscua, y siempre está alerta. Cuando aprobó su judicatura, obtuvo como regalo un libro:
“Un Mundo sin miedo”, de Baltasar Garzón, para que supiera lo que no tenía que hacer, si quería seguir ejerciendo. Quizás hubiera preferido ser cualquier otra cosa, pero la familia, la vida y su educación dócil, la hicieron ser lo que es ahora. Lo tiene todo, y si no, busca cómo tenerlo, pues tiene todos los medios para conseguirlo.
Dice que no le gusta el poder, pero… lo usa para obtener todo aquello que quiere a costa de eso que algunos llaman “justicia” que no es más que otra mentira de esta sociedad corrupta.
La justicia es ciega, dicen, pero no es verdad, más bien es “Tuerta” .No hace falta ser muy listo para darse cuenta y verlo todos los días en los medios de comunicación... Esos medios en los que es tan fácil intervenir si tienes poder y... ella lo tiene. Tan solo hace falta un sobre o un favor para que una sentencia vaya de un extremo a otro, sin ningún pudor.
No todos los crímenes son sangrientos... también existen los “Administrativos”.
La Comandancia de la Villa Maldita
Prácticamente, toda la comandancia es corrupta. El Comandante en puesto, consume heroína desde hace mucho tiempo y tiene unos rasgos faciales muy particulares…
El resto, cocaína, es lo normal. Toda la gente la consume, hay que ir a la moda. Las otras drogas dan problemas…
Si necesitas algo, porque tienes problemas, por un módico precio (entre 1.000 y 2.000 Euros), te lo solucionan. Hablan con la Alcaldesa, el Juez de Paz y otros testigos y escriben la denuncia. Tienen un círculo vicioso, basado en la abundancia de dinero y todos tan contentos y… ¿A quién le importa si matan o violan…?
El Guardia Civil Maldito
Nació en la Villa Maldita, eran otros tiempos. Su familia, pese a las penurias del resto, nadaba en la abundancia. Su padre, un maltratador pedófilo, entonces, abusaba de sus hermanas, pero las palizas las recibían todos, si no hacían su voluntad…
Su pasión, los animales. Decidió recoger a todos los heridos de la zona, para cuidarlos…
Tuvo un suspenso en la escuela. Su padre, le dijo:
— ¡Deja a los animales y aplícate!
No le hizo caso…
A los pocos días, bajó a la cochera a seguir curando a los animales enfermos y empezó a gritar desesperado:
— ¡No, no, no!
Se los encontró a casi todos, decapitados y al resto, muriéndose, con grandes heridas. Amontonados, dentro de la cochera…
Su padre, bajó a la cochera, con una gran sonrisa, quitándose el cinturón… Al llegar, le dio una descomunal paliza. Le bajó los pantalones y le sodomizó con fuerza, mientras él lloraba y veía la matanza…
Aquel día, nació un monstruo…
El Ángel Negro
No tiene alas, ni poderes. Es una enfermera frustrada y… Últimamente, mueren muchos pacientes en su turno. Está embriagada de sed de matar y conoce perfectamente cómo y cuándo hacerlo…
En varios días llegarán cientos de personas con sobredosis, va a terminar agotada, hasta de sedar…
Vive sola y está soltera, pero eso no tendría nada de particular, lo peor es que está vacía por dentro. No tiene ilusiones que la motiven y quizás por eso mata pacientes. O como dice ella, dejan de dar por culo…
Es la compañera perfecta, no tiene hijos ni obligaciones y, por lo tanto, cambia los turnos a los compañeros cada vez que lo necesitan.
— Hay muchas defunciones en su turno —le dice el jefe del hospital— vamos a abrir una investigación interna.
— Pero yo… ¿Qué he hecho? —pregunta— La gente se muere, no entiendo por qué me dice eso —dice sollozando.
— Mientras no haya pruebas, usted seguirá trabajando —le explica su jefe— Sus compañeros y compañeras serán avisados e informados también sobre el asunto. Buenos días —se despide, dejando a la enfermera con la boca abierta.
El jefe del hospital, contactó con su abogado. Está poniendo más cámaras en el hospital, en las zonas de observación e incluso en la zona donde reposan los cadáveres y no saben lo que verán… No darán crédito.
La enfermera no puede dejar de realizar eutanasias involuntarias. Parece casi un ritual, del cual ni siquiera es consciente, simplemente mata. No hay dolor por su parte, solo un alivio que simplemente dura el instante que va desde que siega una vida hasta que planea el siguiente asesinato sin sentido. La graban in fraganti, tras la investigación aparece la policía nacional, la guardia civil, el juez de instrucción con toda su corte y es detenida por asesinato.
Ahora hasta se dice que, en varias ocasiones, lo hizo por dinero. Ahora todos parece que lo sabían… Antes vivía en la Villa Maldita y solía ir con frecuencia, pero… ¿A cuántos enfermos ha cambiado de plano?
Realmente, eso es algo que a ellos no les interesa… Ni a la policía, ni a los juzgados y menos aún a la guardia civil… lo único importante es cerrar un caso y salir en la televisión…
Ahora la llaman…
“El Ángel Negro”
Otros Mundos
Existen muchos mundos, tantos como personas. Mundos en la misma tierra… Pero existen “Esos Mundos” en los que hay depredadores sexuales, en particular… un Súper Pedófilo.
Es maestro de deportes, también hace extraescolares, le encantan las tutorías…
Sabe bien cual elegir y vigilar a los que usa… Les dice a los niños y niñas que matará a toda su familia, si no hacen lo que él quiere…
Un grupo de niños y niñas hablan del asunto con miedo, en un parque, lejos del “Sin Alma…” Están planteándose suicidarse en grupo, no lo soportan más. Quieren a su familia, sienten vergüenza, asco y dolor, mucho dolor Físico y Psíquico…
Hablan de cómo hacerlo:
— En mi casa hay muchas pastillas —dice una niña— mi madre es farmacéutica, cajas enteras…
— ¿Y si no nos morimos y nos duele más? —pregunta otro.
— Leeré los papeles y buscaré unos que mi madre dice que se llaman barbitúricos, a algo así —le contesta.
Todos se quedan en silencio, mirando hacia abajo, ¡Qué tristeza y qué dolor!
Uno de los niños, pintó en su casa un “Bob Esponja” babeando. En una mano un cuchillo y en la otra una pistola… La madre lo ha visto y está asustada.
— Siempre está callado, como temeroso —dice la madre— Le llevaré al psicólogo.
No tendrá tiempo, se suicidará de madrugada, no soporta más su vida, ni la sumisión, ni la vergüenza. Solo quiere que todo acabe… No le gusta su “Otro Mundo”.
“Malditos seáis todos aquellos que osáis tocar a un menor… No os merecéis ni el aire que respiráis y lo único que espero es que algún día caiga sobre vosotros todo lo que os merecéis”
¡Que el “Alma” de cada una de las vidas que habéis destrozado… os persiga por el resto de la eternidad!
¡YO OS MALDIGO!
La Carnicería de La Villa Maldita
Está en el centro del pueblo. El carnicero es un tipo obeso, analfabeto y sin escrúpulos. A veces no vende la carne, la cambia por cicuta o por sexo. Tiene muy mal carácter, pero como surte al pueblo entero, no les queda más remedio que tragar con él. La única persona con la que tiene amistad es con el Sepulturero porque como él dice…
— A los proveedores, hay que tenerlos contentos.
Gracias a su amistad, para él son los mejores chorizos y lomos y a veces prueba a ciertos “Cerdos” y “Cerdas” que no pasaron por el aro en el pueblo.
En ocasiones, cuando hay varios muertos, se aprovecha toda la carne y se hace fiesta en la plaza del pueblo. Todos son carnívoros y obesos… Aquí no hay veganos. Se deshacen de la cabeza y los huesos, pero aprovechan el resto, hasta los dedos.
El Carnicero está casado, pero no tiene hijos. Hace tiempo, les nació un niño muerto y decidió venderlo en la carnicería…
— Para que se lo coman los gusanos… ¡Mejor lo vendo!
Puso un cartel que decía…
“Carne de Lechal, a buen precio”
Escopolamina. La Droga del Infierno
Llamada también, “Burundanga”, el asesino no siempre es aquel que ejecuta a la víctima y él conocía su rutina... Del Juzgado a casa, a veces a la compra. Tenía que abordarle a solas y lo hizo en su trabajo. Le drogó y programó su mente para que matara a su mujer.
Le echó los polvos en su despacho y le dijo que debía escuchar los mensajes de voz del su móvil, cosa que nunca hacía, porque al trabajo no se lo llevaba o si lo hacía… lo apagaba al entrar. Era una persona estricta y rutinaria en extremo.
— ¿Quién es usted? —le preguntó mientras aún tenía consciencia— yo escucho mis mensajes al llegar a casa —mi esposa pasa a veces la noche fuera de casa por su trabajo. Es una Alta Funcionaria del Estado.
— Claro, por su trabajo —asentía el asesino inductor con una sonrisa diabólica— hágalo ahora y se enterará de la verdad.
Ella le había prometido que abandonaría a su marido por él, pero sabía que nunca lo haría y fue entonces cuando decidió tomarse la justicia por su mano y quién mejor para ejecutar la sentencia que el marido “Juez”.
Y así sucedió… Con la mente anulada, el Juez fue programado y ejecutó la sentencia… Cuando llegó la autoridad, lo encontraron, con la puerta abierta, todo lleno de sangre, el corazón en la mano y comiéndose las tripas de la difunta con saña… Le metieron un tiro en la cabeza.
Había documentos ensangrentados por todos los sitios. Alguien llamó por teléfono con anterioridad para avisar de la droga que anula la voluntad, pero se rieron de esa persona…
Al día siguiente, todos los “noticieros” se hicieron eco del suceso…
“Dos Altos Funcionarios de reconocida reputación, muertos”.
Ella, brutalmente asesinada por él, y él abatido por la policía con un tiro en la cabeza. Así, sin más… Ni una sola palabra de la Escopolamina y menos aún del inductor.
— El Cementerio está lleno de “Valientes” —dice la funcionaria a su difunto marido.
— Hay mucha gente sin diagnosticar —le responde él— ahora… descansemos en paz, querida.
El Albañil Exconvicto
Antes era médico. El alcohol le anuló, el agua de fuego… La necesidad de ingesta, el síndrome de abstinencia, al final, despedido por negligencia. Todo desapareció, la pareja, los lujos, el trabajo…
Ya ha terminado con sus obligaciones a la comunidad, por disminuir su condena… Hace tiempo trabajó en la Villa Maldita. Su objetivo… Cobrar poco y callar mucho.
De vez en cuando recae en el alcohol, pero no tanto como cuando le despidieron.
Está bien dotado, piensa:
— Quizás, alguno de estos días, pues… ¿Quién sabe…? Igual doy un braguetazo. Pero por dios… solo pido que sea millonaria.
“Las ilusiones hacen a las personas ser felices, simplemente por el hecho mismo de sentir lograrlo”
El “Albañil Exconvicto”, es un ser muy inteligente, pero caprichoso como el destino…