La Resucitada de Auxilio Judicial
La drogaron y la tiraron a un pantano con su coche. La ataron y la hundieron. Todo, su vida…
No sabe que está muerta aún, permanece dormida y no ve más. En ese buque infinito de despierta a dormida, quizás vivirá…
Un día puede, que de repente, la soga se rompa y flotando, por qué no, vuelva como cuando estuvo yéndose, pase un portal cuántico mágico y vuelva a la vida, como si nada, después de tanto tiempo…
Unas pequeñas hendiduras en las pantorrillas y qué hambre…
… Un hambre voraz, el organismo quiere regenerarse y necesita nutrientes…
El automóvil, sale ipso facto del agua, ¿por qué no? y funciona…
La Droga Infernal
Cuando los demonios donaron la planta que produce la sustancia llamada “Escopolamina”, se frotaron las manos… Una sustancia que doblega la voluntad, de forma casi sobrenatural…
Aquel día, el joven escuchaba sus mensajes de voz, y de repente, cogió un hacha y mató a hachazos a toda su familia. Salió a la calle con el hacha en las manos, todavía ensangrentada. Tras él, salió su hermano ensangrentado, también muy drogado… Un tiro en la cabeza de la policía nacional, alertados por los vecinos, acabó con la vida del joven.
Todos hablan del suceso…
— Pero… ¡Si parecían una familia normal! —se dicen unos a otros— Esto es muy extraño.
La ley de protección de datos, tan restrictiva, tapa la verdad y normalmente para investigar estos asuntos, los juzgados abren secreto de sumario, algo que hace que la información se niegue y no se tenga que informar de las circunstancias…
La Ejecución
Se reunían al atardecer ese día… Un joven Policía Nacional y un curtido Guardia Civil. Se había destapado el pastel y era un “Sálvese quien pueda”.
Ninguno de los dos se quería ver, pero había que hablar de ciertas cosas… La zona, un gran parque. La localización, un sitio alejado y sin móviles…
— Hay que dejar esto cuanto antes y no hablar con nadie —dice el Joven— Lo que has hecho y estás haciendo, es asqueroso y un canteo. ¡Para ya! Estás matando a gente querida de mi familia. Estás perdiendo el control. Si no hay ya, nada más que hacer…
El joven llevaba una calavera de colgante, era un micro. Trabajaba como infiltrado de vez en cuando.
El Guardia Civil no le respondió, solo tosió dos veces. Sacó un silenciador de su bolsillo trasero y lo ejecutó allí mismo. Un tiro en la frente y el joven calló. Sabía demasiado…
Allí lo dejó, en medio del parque, escondido entre la maleza. Ya no volverá de vacaciones a La Villa Maldita…
Tailandia, Paraíso de Pedófilos
El Demonio Sarcástico estaba sobrevolando la tierra con su cuerpo demoniacal. Le acompañaba un ser humano, estaba en el mundo onírico, soñaba…
— Entonces, te quieres ir a Tailandia, ¿verdad? —pregunta el Demonio Sarcástico— Mira, mira qué paisaje tan bonito y cuánta gente follando. Aquí se folla mucho.
— ¡Qué bonito! —responde el humano— ¡Me encanta! Es mi sueño, estar aquí y follar. Dicen que hay muchas chicas guapas y que se venden por nada…
— ¡Ahí quería ir yo! —exclama el Demonio Sarcástico— Ahora te voy a enseñar algo que no se ve en la tele. Ven, mira, vamos a las afueras…
Un gigantesco basurero, lleno de todo tipo de basura y cadáveres. Niños, niñas, animales muertos y vivos comiéndose los cadáveres.
— ¡Pues aquí tienes tu paraíso sexual, humano! —le dice entre risas— Espero que disfrutes.
El humano se despertó de repente, confundido, asustado y asqueado. Nunca iría a Tailandia, bajo ningún concepto. Vaya sueño macabro, pero por desgracia… Cierto.
Un Asesinato Macabro
No estaba drogada, ni medicada. Aunque la habían obligado, está harta y era mala, muy mala. Hace tiempo que se dedicaba a matar, para sus conveniencias. Había tenido buena profesora, su madre. Mataba y enseñaba a matar con cicuta…
Le drogó, tenía todo a su favor. La propiedad y no quería más su polla. Le daba asco, era un viejo asqueroso su padre, de noventa años. Le degolló, le cortó la polla y se la metió en la boca. Se reía y bailaba. Después se emborrachó.
— ¡Hasta aquí hemos llegado! —gritaba— ¡Este, no jode más, literal! Total, a mí no me va a pasar nada, soy bipolar. Una temporada en el psiquiátrico, a vivir la vida y a cobrar los seguros —pensaba.
La Sumisión Onírica
La Mutante, se desnudó en la cama y abrazó la almohada. Sus pensamientos estaban fijados en un humano, lo estaba atrayendo en sueños, como si fuera un Súcubo.
— Quiero abrazarte, quiero tocarte, chuparte y que follemos —invoca al humano mientras se masturba fijando su mente en él.
El humano se despierta extrañado. Ha tenido un sueño húmedo y se ha corrido dormido.
— A esa chica la conozco —piensa— Me gusta, creo que la quiero, no sé. Todo es muy extraño, igual me estoy enamorando. Yo me controlo, soy un soldado. Yo me controlo, soy un soldado no para de repetirse.
Durante tres meses y medio, le atrajo a través de sus sueños. Muchas poluciones nocturnas, mucho cariño. Y claro, llegó un día y paró. La Mutante ya había cumplido su objetivo. El Humano era completamente suyo, a distancia, desde su casa. El humano solo piensa en ella a todas horas, está obsesionado. La quiere poseer de cualquier forma. Quiere que sea suya y eso… le está consumiendo poco a poco.
La Vagina Todopoderosa
Había perdido la cuenta ya, de cuantos años llevaba haciendo ejercicios vaginales. Cada vez que iba al baño a orinar, lo contraía siempre. ¡Qué dura la tenía!
— Estoy haciendo ejercicio —se decía a sí misma— Al fin y al cabo, también es un músculo. Con esto y potenciar la mente… no necesito más.
Siempre contrayendo la vagina. Cuando tenía un orgasmo, era increíble su dureza. Había estado hace un par de años, por varios locales, haciendo espectáculos con pelotas, pero, aunque ganaba pasta, no le gustaba mucho y a veces le dolía. Esto, sumado a que se ponía una máscara porque la grababan y le agobiaba mucho, buscó otro trabajo. Ahora es sicaria.
Tenía un contacto; guapa, fuerte, concisa, inteligente y lo más importante… Sin escrúpulos.
Su muerte preferida era el hundimiento de tráquea. Limpio, sin sangre, sin esfuerzo, una gozada…
Los tiros no le gustan, tiene que preparar primero el laboratorio y limpiar todo por las huellas, casquillos y pistola y la pueden registrar. Los guantes en verano no cuadran…
El Exdiputado Maldito
Está casado con una bruja mala que vende pócimas. Un extra de dinero que entra en casa, llevando gente al cementerio. Tiene una buena pensión de exdiputado, nada comparado con lo que robó. Hay edificios públicos de mala construcción y sin terminar de construir por toda La Villa Maldita. Muchos de sus compañeros de trabajo, entraron en la cárcel por corrupción. Suerte que a él no le tocó.
Los puestos de trabajo, cuando él era alcalde, y lo fue por muchos años, tras la transición, eran a base de felaciones y polvos. Era un gran corrupto y a veces sigue en la sombra, haciendo daño…
Su mujer no lo soporta, pero dependen de su pensión ella y sus hijos. Le tiene un seguro muy ventajoso, cualquier día aparece en el cementerio. Ella se queja constantemente de que bebe mucho y a diario. Lleva tiempo hablando con los médicos para incapacitarlo porque se quedaría con su pensión íntegra y la verdad… ¡Qué bien viviría sin tener que pedir nada!
L@s Mediums
Sus domicilios suelen contener temperaturas extrañas, hay demasiadas peticiones de espíritus. A veces solo quieren comer queso, o practicar sexo… Los espíritus que no atraviesan el Umbral son muy caprichosos.
Cuando las ánimas se dan cuenta de que alguien les ve o los escuchan, lo abordan en todo momento para que les hagan caso. Algunas personas que contactan con los muertos, no pueden más con ese peso y terminan suicidándose. Ese es el camino que quieren ellas.
En algunas ocasiones, poseen los cuerpos y es entonces cuando aparecen aptitudes extrañas y agresivas que no vienen a cuento y suelen terminar en psiquiátricos por el desconcierto.
Pocas veces hacen favores l@s médiums, solo dan problemas a ellos y a sus cuerpos. Los espíritus son muy egoístas y su finalidad es atraerlos.
L@s médiums que superan la locura, se convierten en mediadores del infierno.
L@s Niñ@s Maldit@s
Los niños y niñas de La Villa Maldita, no son niños, son auténticos monstruos desde pequeños. Paliza tras paliza, abusos y órdenes directas, están engendrando en ellos ira y odio. Les enseñan a matar y a hacer sufrir a los animales y a los compañeros con vejaciones. Los padres cazadores y perreros están criando psicópatas desde muy pequeños.
— Mira el gato que ha traído nuestro perro —le dice un padre a su hijo— Está medio muerto. Termina de rematarlo tú.
— Sí papa —responde la criatura— Le corto el cuello. Dame un cuchillo, lo despellejo y nos lo comemos.
Vaya relación paterno filial, ni que se criaran en el mismo infierno.
Las madres, amas de casa con moratones por todo el cuerpo y ojos morados, tapados con maquillaje, aparte del maltrato psicológico, que no tiene fin. Así seguirán sus hijos e hijas. Una herencia maldita.
¡Cuánto dolor y cuánta violencia!