Ritual de Invocación a Naamah

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Invocación de Naamah

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"Rituales de Las Cuatro Diosas de la Prostitución" .

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Desde este día, durante las invocaciones de Naamah, Agrat y Eisheth Zenunim, te centrarás en tu intención personal, usando tus energías sexuales para empoderar tu deseo. De nuevo, prepara tu espacio de templo para el ritual. Coloca todos los artículos en el altar. Esta vez, el cáliz debe estar vacío.

— En este y los dos días siguientes lo llenarás con tu intención mezclada con tu esencia vital (fluidos sexuales y/o sangre).

Comienza este ritual como lo hiciste en el día anterior. Ponte de pie o siéntate en una posición cómoda y coloca el sigilo de Naamah en frente tuyo. El sigilo representa la puerta de Naamah como el punto de entrada a Sitra Ahra, el Árbol Obscuro. Es la “Vulva de la Diosa Oscura”, la cual en ritos de magia Draconiana, es visto como una cueva o agujero dentro de la tierra, piedra, árbol, lago, etc. Este punto de entrada existe en la encrucijada de los mundos, donde lo mundano y lo físico se encuentran y se entrelazan en el borde del sueño y la vigilia. En el sigilo, este concepto está representado por tres lunas crecientes, también tipificando la naturaleza lunar del sendero detrás de la puerta de Naamah.

De nuevo, unge el sigilo con tu sangre, siente la presencia de los otros participantes alrededor tuyo, y centra toda tú atención en la imagen. Mírala brillar y pulsar con la energía sangre roja de la Diosa Oscura. Mírala hasta que puedas memorizar su forma, y luego cierra tus ojos e imagínala dentro de tu mente interior. Piensa en tu deseo que quieres manifestar a través de este Ritual, y pídele a Naamah guía y asistencia en tu ritual. Siente su presencia en tu templo, y siente como tu cuerpo vibra, cargado con la energía fluyendo a través del sigilo. Cuando te sientas listo o lista para empezar, comienza con la siguiente invocación:

Una vez que termines la invocación, imagínate de pie en la puerta de Sitra Ahra, la Puerta de Naamah. Imagínala como una entrada con forma de vulva a una cueva Oscura, y mira a la diosa estando ahí también, esperando guiarte a través de la puerta.

Visualízala como una mujer desnuda envuelta en una capa roja con capucha. Su rostro está parcialmente cubierto por la capucha y solo puedes ver sus labios carmesí.

La entrada a la cueva está rodeada por cráneos y huesos en el suelo, y todo el paisaje alrededor tuyo es oscuro, ominoso y hostil. La cueva, sin embargo, es cálida y acogedora, llena con incienso aromático y esencia metálica de sangre, encendida por una tenue luz roja.

Sigue a la diosa a la cueva, pero no te aventures más adentro. Haz comunión con Naamah ahí, en el umbral de Sitra Ahra. De nuevo, puedes imaginar esta comunión como unión sexual, o puedes visualizarte como la diosa. Al mismo tiempo, entra en trance sexual, lentamente llevándote al punto del orgasmo. Respira profundamente y siente la energía fluyendo desde tu chacra raíz hacia tu cabeza, y de vuelta a la base de la espina (una y otra vez), continua todo lo que puedas. Disfruta el placer de la experiencia y déjate volverte uno con la esencia de la diosa. Al momento del orgasmo, sostén tu aliento y centra toda tu energía en el chacra raíz, el cual corresponde a Malkut y Lilith, el reino de Naamah.

Siente la energía de la diosa y todo lo que ella significa: todo lo que es material, arraigado en este mundo, placeres de la carne y disfrutes del mundo. Luego libera tu aliento, cambiando tú concentración al cáliz vacío en el altar. Llénalo con tu energía vital e imagina al mismo tiempo que los estás llenando con tu deseo. Puedes imaginar esta energía como chispas de fuego, o puedes en realidad colocar algo de tus fluidos sexuales y sangre en el cáliz, o puedes hacer ambos, esto es de tu elección. De nuevo, siéntete libre de seguir tu intuición.

En este punto, puedes cerrar el ritual o permanecer en meditación por un rato, reflexionando en lo que has visto y experimentado durante la unión con la diosa.

Es muy probable que su presencia permanezca dentro de tu espacio personal después del ritual, presta atención a cómo y cuánto eso afecta tus sueños, emociones e interacciones con tus alrededores. Anota todo lo que parece relevante, extraño, inesperado, extraordinario en tu vida pues, pueden ser manifestaciones de la presencia de la diosa.